Siempre he pensado que lo mejor de esta juventud moderna es no pertencer a ella.
La juventud moderna es decadente, sin criterios, sin identidad, insegura, acomplejada, materialista y con un nulo sentido del criticismo. A la juventud moderna no le interesa más que su propio ego hedonista, mandan al leviatán su cultura, sus valores y su propia dignidad.
Buscan todo tipo de filosofías, tendencias modernas, para justificar su nivel de mediocridad convertida en una existencia vacía. Todo esto le brinda una autoliberación de responsabilidad y culpabilidad propia. Que si el satanismo es bueno, que las drogas son excelentes para el ser humano, que las orgias son un nivel de placer superior…bueno, de la juventud moderna, he escuchado de todo.
Los jóvenes modernos disfrutan de tantas metas, que hasta tendría la osadía de hacer un pequeño listado que cruce los océanos….su visión del cosmos y del logos es simple:
1-Riquezas (poseer, materialismo)
2-Los vicios (excesos, drogas, sexo sin control)
3-Cuerpo ( la carta de representación, el gym)
4-Consumismo (la música, la moda, la transculturación, piercing)
5-Lugares (las discotecas, el exhibicionismo, los colmadones)
6-Tribus o grupos sociales (emos, metálicos, bohemios, hippies, cocolos, open mind)
Al observar esta juventud moderna, pienso que su principal problema es la pérdida de identidad personal o de la propia autoestima. Por eso es que la mayoría busca una identidad prestada (GUANABIES); en grupos sociales ya sean estos aceptados o no por los estereotipos sociales, como: los de carácter religioso, tribus urbanas, grupos violentos de ideologías extremistas y suicidas, sectas que acogen a jóvenes sin una identidad lograda, dándoles un “apoyo” colectivo que llene el vacío psicológico.
Esta falta de identidad acaso explique la obsesión por la imagen: una fachada atractiva para disfrazar la debilidad de la estructura La ropa y la moda en general, instrumentos de uso consagrado entre los jóvenes, como el medio, símbolos de un grupo, son recursos que buscan llenar la necesidad social de pertenecer a un grupo, que lleva aneja una baja autoestima que, en el fondo clama por un nido afectivo, un clima de acogida y de calor humano y de aceptación. Eso sin considerar que la amistades de esta juventud moderna se miden por el nivel de beneficios, ventajas y satisfacción material que puedas ofrecerles.
La juventud es la que puede establecer precedentes, cambios sociales, inviste la ímpetu y el vigor, es responsabilidad de ella hacer un mundo más habitable para todos. Si esta juventud moderna se apartara por un momento de su narcisismo y su “modernidad”, para autoreconocer que significa realmente la juventud; no como una etapa moderna de placer humano, sino como una etapa de cambios y autoreflexión que le ayuden a comprender la vida, su realidad social y lo que ocurre en el mundo. No propongo una juventud llena de códigos o estereotipos sociales sino una juventud única, con ideales, con visión colectiva.
El mundo es de todos y mientras más complicado lo hacemos más complicada será nuestra existencia.
La juventud moderna es decadente, sin criterios, sin identidad, insegura, acomplejada, materialista y con un nulo sentido del criticismo. A la juventud moderna no le interesa más que su propio ego hedonista, mandan al leviatán su cultura, sus valores y su propia dignidad.
Buscan todo tipo de filosofías, tendencias modernas, para justificar su nivel de mediocridad convertida en una existencia vacía. Todo esto le brinda una autoliberación de responsabilidad y culpabilidad propia. Que si el satanismo es bueno, que las drogas son excelentes para el ser humano, que las orgias son un nivel de placer superior…bueno, de la juventud moderna, he escuchado de todo.
Los jóvenes modernos disfrutan de tantas metas, que hasta tendría la osadía de hacer un pequeño listado que cruce los océanos….su visión del cosmos y del logos es simple:
1-Riquezas (poseer, materialismo)
2-Los vicios (excesos, drogas, sexo sin control)
3-Cuerpo ( la carta de representación, el gym)
4-Consumismo (la música, la moda, la transculturación, piercing)
5-Lugares (las discotecas, el exhibicionismo, los colmadones)
6-Tribus o grupos sociales (emos, metálicos, bohemios, hippies, cocolos, open mind)
Al observar esta juventud moderna, pienso que su principal problema es la pérdida de identidad personal o de la propia autoestima. Por eso es que la mayoría busca una identidad prestada (GUANABIES); en grupos sociales ya sean estos aceptados o no por los estereotipos sociales, como: los de carácter religioso, tribus urbanas, grupos violentos de ideologías extremistas y suicidas, sectas que acogen a jóvenes sin una identidad lograda, dándoles un “apoyo” colectivo que llene el vacío psicológico.
Esta falta de identidad acaso explique la obsesión por la imagen: una fachada atractiva para disfrazar la debilidad de la estructura La ropa y la moda en general, instrumentos de uso consagrado entre los jóvenes, como el medio, símbolos de un grupo, son recursos que buscan llenar la necesidad social de pertenecer a un grupo, que lleva aneja una baja autoestima que, en el fondo clama por un nido afectivo, un clima de acogida y de calor humano y de aceptación. Eso sin considerar que la amistades de esta juventud moderna se miden por el nivel de beneficios, ventajas y satisfacción material que puedas ofrecerles.
La juventud es la que puede establecer precedentes, cambios sociales, inviste la ímpetu y el vigor, es responsabilidad de ella hacer un mundo más habitable para todos. Si esta juventud moderna se apartara por un momento de su narcisismo y su “modernidad”, para autoreconocer que significa realmente la juventud; no como una etapa moderna de placer humano, sino como una etapa de cambios y autoreflexión que le ayuden a comprender la vida, su realidad social y lo que ocurre en el mundo. No propongo una juventud llena de códigos o estereotipos sociales sino una juventud única, con ideales, con visión colectiva.
El mundo es de todos y mientras más complicado lo hacemos más complicada será nuestra existencia.
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