miércoles, 21 de julio de 2010

Al Final, Yo Tambien Soy Un Cadáver


Yo no soy un cadáver que se refugia en la utopía social, mucho menos uso como “mausoleo” la utopía moral e ideológica, ante todo soy un cadáver con espíritu, ininteligible, infrecuente, anómalo, bipolar, cargado de dudas, pero también de puntos fuertes y grandes virtudes. Como ves nada me diferencia de los demás muertos, estamos en putrefacción y compartimos la misma tierra de este “camposanto”, los mismos problemas con estos gusanos, espero te hayas dado cuenta que solo se muere una vez, pues si bien es cierto cada cripta es un mundo, la muerte es solo una.


No quiero una tumba especial, tampoco quiero ser el espectro que todos los cadáveres adviertan como patrón a seguir, todos somos carne y huesos y polvo a la vez, tenemos derecho a morir con nuestra propia muerte, porque no hay nada mejor que ser el propio despojo que deseas en esta irrealidad muerta.


No más mezquindad, más misantropía, más decadencia, toda nuestra necrópolis se aniquila, el sentido de la putrefacción nos ha invadido, lo peor de todo es que hemos comenzado apestar y ni siquiera me he dado cuenta, porque por mas contradicciones que haya escrito, al final, yo tambien soy un cadáver.

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